El león del Tolima, una vida sobre dos ruedas
Triunfó en la década de los 60, a pesar de sus obstáculos económicos. Su princesa “la bicicleta” es el objeto más importante en su vida, la herramienta que lo llevó a la victoria en la Vuelta a Colombia. El esfuerzo, la perseverancia y su deseo por ganar lo llevó a conseguir un sin número de títulos, producto de un sueño que tenía desde joven, Pedro J es una muestra de esfuerzo y un ejemplo a seguir para todos los ciclistas tolimenses.
A muchos ciclistas les toca pasar por momentos muy duros en el camino, muchas personas no se dan cuenta del largo recorrido para poder lograr su metas, pero esto comienza así…
“La carrera es ganada por el ciclista que puede sufrir más”- Eddy Merckx.
Pedro Julio Sánchez, chaparraluno que ha vivido casi toda su existencia en la ciudad de Ibagué, buscó la forma de ganarse la vida en dos ruedas y lograr todas las metas que tenía. Decidió recorrer miles de kilómetros para lograr su plan de vida, del que quedaron infinitos recuerdos maravillosos, pero muy pocos entenderán lo que es luchar por lo que realmente se quiere y se sueña.
Pedro J Sánchez, nació en Chaparral Tolima, el 8 de abril de 1940. Hijo de Pedro Sánchez y Ramona Puentes de Sánchez, los cuales se ganaban la vida como negociantes en las calles de Ibagué, su niñez fue estudiando, ayudando a sus padres, alzando pesas y su amor por el ciclismo.
“Fui creciendo y ayudándole a mis papás, me gustó el ciclismo, yo alzaba era pesas, me gustaba hacer una recta que hacia Power y para Míster Universo, a mí me encantaba eso”.
Este hombre de 78 años se encuentra muy conservado, aun joven y lleno de vida, es una persona muy atenta y siempre con una sonrisa en su rostro a pesar del duro camino que le tocó pasar para conseguir lo que realmente quería. Cuenta sus anécdotas con un tono gracioso y de nostalgia.
A los 13 años comenzó a practicar el ciclismo, pero no fue nada fácil, ya que sus padres eran de muy bajos recursos. Hubo entrenamientos en los que no tenía ni para el desayuno, y con una sonrisa en su rostro afirma que no le da pena contarlo. “Lo que pasa es que la mayoría de los ciclistas así nos toca, porque ningún rico se mete a hacer ciclista, eso es muy duro, ya cuando comienzan a ganar es cuando ya uno cambia, entonces esa fue la situación”.
Gracias a la propuesta que le hizo su hermano y a sus ganas de salir adelante, él es lo que es hoy en día “un ganador”. “Mi hermano, Hernando Sánchez, fue el que me inició en el ciclismo, él me regaló una bicicleta marca Peugeot, de Walter Marín que en paz descanse, que ya era mi gran amigo, entonces me dijo le regalo la bicicleta, era una cicla muy linda, y yo cuando consigo una cicla de esas y mi hermano la tenía, él me dijo si corre este domingo le regalo la cicla, le dije 'sí, bueno listo pero yo no se manejar eso'. El señor Eduardo García del Club Edgar, yo estaba en ese club, me dijo móntese en eso que yo le enseño, me decía súbale bájele y yo solo le hacia caso y así ganamos, entonces desde ahí me quedó gustando”.
Fueron etapas sufridas que superó, en esa época su entrenamiento diario era la doble Ibagué, Melgar, Ibagué con una distancia total de 220 km ida y vuelta, a muchos de los entrenamiento asistió sin haber desayunado. Pero alcanzó a correr con la suerte de conseguir un trabajo en Telecom. Salía a entrenar a las 4 de la mañana y a la 1 de la tarde regresaba a Ibagué; descargaba su bicicleta y comenzaba con su trabajo de oficina.
Su constancia lo llevó, a ser un competidor fuerte en el terreno plano y en la montaña, por su dedicación y disciplina llegó a ser un líder dentro de los ciclistas tolimenses. Cuando empezó a ser conocido como el León del Tolima, hubo personas que invirtieron en él. Pedro J no solo pensaba en si mismo, si no que buscaba la forma de ayudarles a sus demás compañeros de equipo. “Me salían patrocinios solo a mi y a mis compañeros no les salía nada, entonces yo pedía el patrocinio bastante grandecito para repartirlo con los otros tres compañeros para ir a la Vuelta Colombia, entonces no quedaba plata”.
Gracias a todo su esfuerzo y dedicación, Pedro logró su mayor meta, que fue ganar la décimo octava Vuelta a Colombia en bicicleta el 19 de mayo de 1968, contra los pedalistas mas destacados a nivel nacional, como: Martín Emilio “Cochise” Rodríguez, Miguel Samacá, Álvaro Pachón, Gustavo Rincón entre otros. Este gran triunfo lo consiguió al ganar la decimo quinta etapa que se corrió entre las ciudades de Armenia, en el departamento del Quindío, y la ciudad Ibagué, etapa en la que superó a quien llegó de segundo por más de 10 min. Esta ventaja la mantuvo durante las tres ultimas etapas, Ibagué-Neiva, Neiva-Girardot y culminando de Girardot a la ciudad de Bogotá.
“Le voy a contar porque me gane la Vuelta a Colombia, con ayuda de Dios, a mí me concentraron en Fusa, para la Vuelta del 67, estaba el presidente de la Adpostal y el presidente de Telecom, allá me tuvieron 4 meses encerrado, me dijeron bueno pero es que todos están bien pero Pedro J no sale del tercer puesto, no ha ganado ni una etapa y yo quedando de cuarto, de quinto, tercero, eso me ofendió. Les dije bueno hagamos una cosa, por qué no me conforman un equipo como el que tiene Cochise, que son como los que están haciendo hoy en día, con carro, con acompañamiento, con masajista, médico lo que sea, bueno todo, y verá que les gano la Vuelta”.
El León del Tolima, tuvo que batallar con sus patrocinadores para lograr conseguir un respaldo para su equipo, sabia que si convencía a los presidentes de las empresas patrocinadoras, tendría el apoyo total para los pedalistas.
“Me dijo el entrenador, usted la embarro, usted ahí medio peleando con los dueños de las empresas y le dije no, pero es que por qué me ofenden así. como a los 15 días me llamaron y dije me echaron, y me dijeron 'bueno vengase inmediatamente para Bogotá y nos visita', me dijeron 'mire Pedro J nosotros con base a lo que usted nos dijo allá en Fusa nos quedó en la cabeza patinando la idea y nos hemos reunido con Adpostal y Telecom, inclusive nos adelantamos a sacarle nombre al equipo, se va llamar Tele Postal, o sea Telecom y Adpostal, vamos a llamar 52 corredores que ya los tenemos en lista, cuál es el entrenador que usted quiere', el entrenador vivía en el segundo piso de mi casa, Otalvaro, y les dije 'está en Ibagué, yo lo quiero a él como entrenador', lo llamaron y se fue, ahí lo contrataron y le dijeron conforme el equipo, él integró todo el equipo con todas las de la ley y por eso ganamos”.
Pedro J tuvo un buen soporte para su equipo, los pedalistas se sintieron respaldados física y emocionalmente, pues cuando tuvieron algunos inconvenientes técnicos con la bicicleta o algunos problemas físicos, pudieron ser atendidos de manera inmediata.
Después de su logro, Pedro J El León del Tolima tuvo un puesto en la historia del ciclismo nacional. Además de sus triunfos como ciclista tuvo muchas anécdotas que recuerda con cariño, en una etapa por el Pecacho, que son 55 km bajando, hubo una caída en la cual se resbalaron unos 10 ciclistas, a él se le perdieron sus zapatillas, y le tocó llegar a la meta con los zapatos del alimentador. Gracias a todas esas caídas fue creciendo como deportista y persona.
Luego de su gran logro, como ganador de la Vuelta a Colombia fue invitado a correr en España por 3 meses, pasando el tiempo, su amigo Federico Martin Bahamontes “El Águila de Toledo”, le ofreció un contrato por 7 años en España, porque él era un ciclista muy bueno, Pedro J demostró en el terreno plano y en la montaña española ser un excelente corredor. Allá le ofrecieron pagarle un buen salario y todo sus gastos personales y familiares, fue un contrato que rechazó apoyado por su esposa Flor María. Pedro ya casi conseguía la pensión de Telecom y esa fue la única razón por la cual rechazó la oferta, por otra parte no quería ser desagradecido con las empresas que le brindaron el apoyo deportivo.
“No quería dejar a Telecom solo, tirado, por lo que me ayudó, entonces resolví venirme, por eso no me quede allá.”
Si un colombiano quiere salir adelante con el deporte le toca con sus propios méritos, un gran ejemplo, el señor Pedro J Sánchez, que gracias a su esfuerzo y dedicación es historia en el deporte colombiano. Su disciplina lo llevó a grandes cosas.
Durante toda su vida, su esposa, Flor María, lo acompañó en su largo camino deportivo, se casaron cuando ella tenia 13 años y él 16, fue un matrimonio a escondidas, de su unión tuvieron 4 hijos, todos profesionales, 3 de ellos viven fuera del país, pero a pesar de su lejanía son muy unidos.
Afirma que no es una persona con vicios, no toma, no fuma, no trasnocha, ahora esta dedicado completamente a su hogar como lo ha hecho desde siempre.
“Tengo a mi esposa, a dios gracias que ha sido una lotería que yo me gané, aun estamos aquí viviendo muy bueno, muy rico, yo le doy gracias al Señor todos los días, porque tengo unos hijos muy dedicados a nosotros, están lejos pero no están llamando”.
Su hija Flor María Sánchez Ramírez, psicóloga de profesión, afirma que junto a sus hermanos han estado muy orgullos de todo el esfuerzo que su padre hizo para lograr los triunfos, desde muy pequeños salían a la calle con sus padres y veían el cariño de la gente hacia su padre, no solo acá en el Tolima sino en el país. “Uno se encuentra personas que lo reconocen a uno como hijos del León del Tolima, entonces es un gran orgullo”.
En el tiempo que le tocó a Pedro J Sánchez, les gustaba el esfuerzo que los ciclistas hacían, ya que es un esfuerzo físico y en unas condiciones que hoy en día ya no tienen.
Le genera nostalgia ver el Giro de Italia, pero no solo nostalgia sino también una emoción grandísima, porque sabe que hizo las cosas bien y el ejemplo al resto de sus compañeros de equipo. Añora estar de nuevo allí compitiendo con los grandes del ciclismo mundial y montado en su caballito de acero, pero como lo dice, los años lo castigan a uno feo.
La vida de Pedro es de admirar, es una fiel muestra de que si uno se propone algo lo puede lograr, todo se basa en actitud, disciplina y amor por lo que esta lucha.
Siempre esta dispuesto a recibir las personas con una sonrisa en su rostro y una historia que contar, vive con su esposa e hija, que son lo que cada día lo hace levantarse y seguir soñando, cumpliendo sus metas y añorando los amaneceres en su caballito de acero.
Los trofeos de Pedro J, la cima del ciclismo
Triunfó en la década de los 60, a pesar de sus obstáculos económicos. Su princesa “la bicicleta” es el objeto más importante en su vida, la herramienta que lo llevó a la victoria en la Vuelta a Colombia. Él esfuerzo, la perseverancia y su deseo por ganar lo llevó a conseguir un sin número de títulos, producto de un sueño que tenía desde joven, Pedro J es una muestra de esfuerzo y un ejemplo a seguir para todos los ciclistas tolimenses.
Entrevista por: Adriana Mejía. Estudiante del Programa Comunicación Social y Periodismo. Universidad de Ibagué.